Que desequlibrio interior tan tormentoso el que llega cuando la obsesión por lo que amas hacer empieza a pesar más sobre lo cotidiano y lo monótono de tu vida diaria.. ¡Que ganas de despertar y liberarme de las cadenas en la que mi zona de confort me tiene presa! ¡Que desesperación tan infinita por salir y enfrentar ese destino que aunque me da un miedo terrible, a la vez me trae una emoción incalculable.. esa ansiedad de no saber que pasará si tomo el camino que mi corazón tanto anhela...
Juro por Dios que voy a explotar un día de estos.
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