Astral

Ayer vi estrellas, muchísimas de ellas mientras compartía mi tiempo dorado en brazos ya conocidos. Pero ayer.. algo fue diferente. Por un momento pensé que iba a explotar, existió la posibilidad de perderme a mi misma en ese instante y ahora que lo pienso, nada me hubiera encantado más que eso llegará a pasar. Mi cuerpo estaba cómodo y sincronizaba tan perfecto con el suyo, cada movimiento, cada caricia y cada beso fueron mágicos. El olor de su piel me tenía completamente en un trance, lo anhelaba, lo deseaba tanto como una fiera y no quería por nada del mundo que parara de ser mío. Aquellas explosiones parecían ser infinitas, luego de la tercera juro que perdí la cuenta y por un segundo sentí miedo de que realmente me estuviera poseyendo de una manera en la que nadie lo había hecho antes. ¿Qué demonios esta pasando?

Aún no entiendo como es que puedo dejar a mi corazón al margen de todo pero aún con todo encima me di cuenta de lo fuerte que puedo llegar a ser. Definitivamente dejar que esto llegue a sentimientos más profundos me mataría. No puedo lidiar con esto ahora, no. Traté de calmarme viendo su rostro y luego traté de no pensar, simplemente dejarme llevar por la magia que irradiaba en ese cuarto, dije lo menos posible y me limite a rozar su piel con la mía.. Lo besé mil veces y otras mil más mientras sus dedos dibujaban sobre mi espalda. Aquella sensación era prometedora pero a la vez distante. Lo más sencillo se volvió intenso y todos los malos entendidos y tonterías del pasado se borraron para siempre. Mis ojos veían a esta persona completamente diferente a la de apenas unos días pero al final de cuentas fuí yo.. la que cambió. La que ahora tiene todo claro y la que ahora solo se limitará a disfrutar de los momentos que vengan con este hombre que le dio vuelta a su mundo en tan solo una noche. Mi querido amante.

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