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Pero luego siento esa punzada de deseo, de ansias y emoción por volver a sus brazos, que me haga suya de nuevo y que me haga olvidarme del mundo entero como muchas veces logró hacerlo anteriormente. Su piel contra la mía, sus besos, esos deliciosos que me derretían como mantequilla en sartén, su sonrisa de galán, su cabello donde me traumaba siempre pasar mis dedos.. y ese maldito sentimiento de bienestar y alegría extrema al sentirlo tan cerca de mi. ¡Maldito sea mi cuerpo tan traicionero! Uggg...estoy tan encabronada y frustrada con él, si tan sólo se pusiera bien los pantalones, si tan solo tomara una decisión y se dejara de estupideces, podríamos... simplemente disfrutar de disfrutarnos ¡Oh pero que maravilloso sería!, que madurara, que se enfrentara a esto tan grande como un verdadero hombre.. Pero creo que pido demasiado porque no importa lo que pase, el esta en un planeta a miles de años luz de mi y no habrá nada en la vida que una nuestros destinos como lo quisé alguna vez, como parte de mi aún lo desea pero que en el fondo, muy en el fondo de mi sé perfectamente que nunca pasará. Ni el es para mi ni yo para el.
Duele, duele mucho y no se como controlarlo, todo de repente es un torbellino de emociones que ni yo misma entiendo y estoy aturdida, perdida y me sorprendo yo misma al pensar que el dolor que siento es porque no estoy haciendo el amor con el en estos momentos como me gustaría. Y solo gracias a su jodido mensaje voy a pasar días desesperada, atormentada e inquieta por poseerlo, justo cuando pensaba que todo estaba quedando atrás.. justo cuando todo parecía equilibrarse de nuevo..
Maldito, maldito seas.
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